La voz humana se produce voluntariamente por medio del
aparato fonatorio. Éste está formado por los pulmones como fuente de energía en
la forma de un flujo de aire, la laringe, que contiene las cuerdas vocales, la
faringe, las cavidades oral (o bucal) y nasal y una serie de elementos
articulatorios: los labios, los dientes, el alvéolo, el paladar, el velo del
paladar y la lengua (figura 1). Las cuerdas vocales son, en realidad, dos membranas
dentro de la laringe orientadas de adelante hacia atrás (figura 2). Por
adelante se unen en el cartílago tiroides (que puede palparse sobre el cuello,
inmediatamente por debajo de la unión con la cabeza; en los varones suele
apreciarse como una protuberancia conocida como nuez de Adán).
Por detrás, cada una está sujeta a uno de los dos cartílagos
aritenoides, los cuales pueden separarse voluntariamente por medio de músculos.
La abertura entre ambas cuerdas se denomina glotis. Cuando las cuerdas vocales
se encuentran separadas, la glotis adopta una forma triangular. El aire pasa
libremente y prácticamente no se produce sonido. Es el caso de la respiración.
Cuando la glotis comienza a cerrarse, el aire que la atraviesa proveniente de
los pulmones experimenta una turbulencia, emitiéndose un ruido de origen
aerodinámico conocido como aspiración (aunque en realidad acompaña a una
espiración o exhalación). Esto sucede en los sonidos denominados “aspirados”
(como la h inglesa). Al cerrarse más, las cuerdas vocales comienzan a vibrar a
modo de lengüetas, produciéndose un sonido tonal, es decir periódico. La
frecuencia de este sonido depende de varios factores, entre otros del tamaño y
la masa de las cuerdas vocales, de la tensión que se les aplique y de la velocidad
del flujo del aire proveniente de los pulmones.
A mayor tamaño, menor
frecuencia de vibración, lo cual explica por qué en los varones, cuya glotis es
en promedio mayor que la de las mujeres, la voz es en general más grave. A
mayor tensión la frecuencia aumenta, siendo los sonidos más agudos. Así, para
lograr 4 emitir sonidos en el registro extremo de la voz es necesario un mayor
esfuerzo vocal. También aumenta la frecuencia (a igualdad de las otras
condiciones) al crecer la velocidad del flujo de aire, razón por la cual al
aumentar la intensidad de emisión se tiende a elevar espontáneamente el tono de
voz.
Finalmente, es posible obturar la glotis completamente. En
ese caso no se produce sonido. Sobre la glotis se encuentra la epiglotis, un
cartílago en la faringe que permite tapar la glotis durante la deglución para
evitar que el alimento ingerido se introduzca en el tracto respiratorio.
Durante la respiración y la fonación (emisión de sonido) la epiglotis está
separada de la glotis permitiendo la circulación del flujo de aire. Durante la
deglución, en cambio, la laringe ejecuta un movimiento ascendente de modo que
la glotis apoya sobre la epiglotis.
La porción que incluye las cavidades faríngea, oral y nasal
junto con los elementos articulatorios se denomina genéricamente cavidad
supraglótica, en tanto que los espacios por debajo de la laringe, es decir la
tráquea, los bronquios y los pulmones, se denominan cavidades infraglóticas.
Varios de los
elementos de la cavidad supraglótica se controlan a voluntad, permitiendo
modificar dentro de márgenes muy amplios los sonidos producidos por las cuerdas
vocales o agregar partes distintivas a los mismos, e inclusive producir sonidos
propios. Todo esto se efectúa por dos mecanismos principales: el filtrado y la articulación.
El filtrado actúa modificando el espectro del sonido. Tiene
lugar en las cuatro cavidades supraglóticas principales: la faringe, la cavidad
nasal, la cavidad oral y la cavidad labial. Las mismas constituyen resonadores
acústicos que enfatizan determinadas bandas frecuenciales del espectro generado
por las cuerdas vocales, conduciendo al concepto de formantes, es decir una
serie de picos de resonancia ubicados en frecuenDientes Labio Labio Cavidad
nasal Cavidad oral Lengua Faringe Laringe Tráquea Velo o paladar blando Paladar
duro Alvéolo Glotis Esófago Epiglotis Nuez de Adán Nasofaringe Orofaringe 5
cias o bandas de frecuencia que, según veremos, son bastante específicas para
cada tipo de sonido.
La articulación es una modificación principalmente a nivel
temporal de los sonidos, y está directamente relacionada con la emisión de los
mismos y con los fenómenos transitorios que los acompañan. Está caracterizada
por el lugar del tracto vocal en que tiene lugar, por los elementos que
intervienen y por el modo en que se produce
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